Un día como hoy de hace 27 años sucedió la gran tragedia, el asesinato de una de las cantantes más admiradas hasta la actualidad por chicos, grandes y personas que no tuvieron la oportunidad de conocerla, pero que aun después de su muerte les roba el corazón con tan solo escuchar sus canciones.
La joven de 23 años estaba en la cima de su carrera. Era la “reina del tex-mex”, género musical que combina los ritmos populares de México y Texas (EE.UU.) y que definió su carrera iniciada cuando apenas tenía 10 años de edad.
Vendía millones de copias de sus cinco álbumes y estaba por lanzar uno más cuando su voz fue apagada.
A las 13:05 del 31 de marzo de 1995, Selena Quintanilla Pérez fue declarada muerta a causa de un tiro de arma de fuego accionada por Yolanda Saldívar.
Yolanda, la fundadora y presidenta del club de fans de la artista, se convirtió además en su asistente personal y gerente de ventas de su marca, Selena Etc. Pero después de cuatro años de colaboración, la relación se había deteriorado.
Saldívar declaró desde un principio que sí disparó en contra de su “hija”, como la llamaba. Pero desde entonces ha dicho que fue por accidente y que su motivación guarda un secreto que no ha querido revelar.
La mujer que se declaraba fan número uno de Selena fue hallada culpable del asesinato de la artista y fue sentenciada a cadena perpetua con posibilidad de optar a la libertad condicional en 2025.
La relación entre Selena y Saldívar comenzó en 1991. En aquel año, la mujer de 31 años se acercó al padre y manager de la cantante, Abraham Quintanilla Jr., para proponerle la creación de un club de fans del que ella misma fue nombrada presidenta.
El club acumuló seguidores rápidamente y el trabajo de Saldívar la acercó cada vez más a Selena. “Hacía cualquier cosa que se necesitara hacer por Selena”, dijo Chris Pérez, el esposo de Selena, en una entrevista a la BBC en 2014.
Sin embargo, para inicios de 1995 las cosas entre Selena y su asistente ya no estaban tan bien.
En marzo de ese año Saldívar fue destituida del club de fans y apartada del manejo de los negocios, algo que la mujer sostiene que fue por instrucciones de Quintanilla y no por un deterioro en la relación con Selena.
La cantante estaba grabando su siguiente álbum en la ciudad de Corpus Christi, en Texas, aquel 31 de marzo. Saldívar llegó ahí luego de un viaje a Monterrey (México) y se hospedó en la habitación 158 del hotel Days Inn.
La noche del 30 de marzo, Selena y su esposo, Chris Pérez, fueron a ver a Saldívar para que la mujer entregara documentos de sus negocios que aún estaban bajo su poder, según las investigaciones. Pero Selena luego se dio cuenta de que Saldívar no le entregó todo lo que ella le había solicitado, por lo que la llamó y acordaron verse a la mañana siguiente.
En el diálogo, Saldívar le aseguró que había sufrido una agresión sexual en su viaje a Monterrey, por lo que Selena aceptó llevarla a un hospital para ser atendida al día siguiente.
Se vieron alrededor de las 09:00 horas y acudieron al hospital de Corpus Christi donde un médico determinó que no había signos de violencia sexual como aseguraba la mujer. La situación enfadó a Selena, quien llevó a Saldívar al hotel Days Inn para que, finalmente, le entregara todos los documentos que tenía en su posesión.
Según la acusación presentada en el juicio, en la habitación 158 ambas comenzaron una discusión alrededor de las 11:00 horas. Selena le exigió los documentos; quería marcharse del lugar, pues la esperaban en un estudio de grabación para continuar el trabajo de su nuevo disco.
A las 11:48, la cantante intentó salir de la habitación, pero Saldívar tomó un revólver Taurus .38mm y accionó el arma: un disparo alcanzó a Selena en el costado derecho de la espalda. La herida le hizo perder mucha sangre desde el principio, como los fiscales mostraron con evidencias fotográficas y con las declaraciones del detective Paul Rivera y otros testigos, entre ellos empleados del hotel.
Aun así, la joven de 23 años pudo salir para pedir ayuda y se desplazó casi 100 metros hasta llegar a la recepción del hotel en donde finalmente cayó inconsciente.
Mientras Saldívar corría a su camioneta roja con el arma en mano, Selena yacía en el lobby del hotel.
El paramédico Richard Fredrickson fue el primero en atenderla y descubrir “un agujero de bala en la parte superior del tórax derecho”; al buscar signos vitales notó “espasmos” musculares, pero no pulso ni respiración.
Así terminó la vida de la exitosa Selena pero comenzó la leyenda del Tex-mex, una chica que por su manera de ser, su autenticidad y su talento supo ganarse el amor de su público hasta la eternidad. Si algo es seguro, es que su legado en este género musical perdurará por mucho tiempo más, no solo en México, es y será admirada alrededor del mundo.
Redacción: Gabs Garfias